Sentí un llamado, algo de ancestral, de tribu, de música y decidí irme a donde mi corazón me guiaba. En Diciembre 2015 empecé mi viaje de mochilera, mi viaje espiritual. 

Primera etapa México: Viví la primera parte de mi recorrido más como turista, visitando lugares encantadores, conociendo personas que me abrieron las puertas y el corazón. Compartí momentos cantando, riendo, llorando… Hasta encontrar un curso de una terapia Maya que se llama Kunanik, con un profesor fantástico y un método de enseñar al pari.  Me parecía algo mágico… ¡y de verdad lo es!

Allí tuve mi primer encuentro con un chamán y mi experiencia con la planta medicinal ayahuasca… ¡Verdaderamente única!

Seguí mi viaje y volé a Perú donde entre Machu Picchu y el lago Titicaca, conocí a personas con las cuales me reflejé como en un espejo, conociéndome más y más… desconectándome en la naturaleza y conectándome con la Madre Tierra, haciéndole ofrendas, pidiéndole perdón, pidiéndole permiso y dando gracias a un hombre de medicina que me ayudo a despertar…